El primer ministro afirma que el ex presidente, refugiado en Arabia Saudí merecería ser condenado a la pena capital
Con el discurso pronunciado por el primer ministro Beyi Said Essebsi, Túnez parece estar al comienzo de la transición, tras la revolución que el pasado 14 de enero depuso al presidente Ben Alí.
Essebsi se dirigió ayer por televisión a sus conciudadanos con un discurso en el que advirtió de la complejidad de la tarea que tienen por delante y en el que fue especialmente duro con Ben Alí, refugiado en Arabia Saudí desde el 14 de enero, a quien sin ambages acusó de "traición" y del que dijo que merece ser condenado a la pena capital.
En su primera alocución televisada desde que el pasado domingo asumió la jefatura del Gobierno de transición, Essebsi subrayó que Ben Alí "ha cometido errores que lo declaran culpable de traición a la nación".
"A mi juicio -dijo Essebsi-, un jefe de Estado -y a la vez comandante en jefe de las Fuerzas Armadas- jamás abandona su puesto y huye, por lo que debería comparecer ante una corte marcial que lo juzgue" por un delito, subrayó, que está penado con la horca.
Tarea larga
"La prioridad del nuevo Gobierno es el restablecimiento de la seguridad para que el país recupere un ritmo normal", afirmó Essebsi.
Al mismo tiempo, advirtió a sus conciudadanos de que la tarea que tienen por delante es larga y compleja, por lo que les dijo que no esperen "que los asuntos se resuelvan en días, semanas o meses".
Veinticuatro horas antes, el presidente del país había convocado elecciones constituyentes para el 24 de julio.
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